40 años después de nuestra recepción volvimos a encontrarnos y fue un canto a la vida, la alegría de compartir lo vivido. Es hermoso valorar las relaciones que tenemos con las personas con las que hemos compartido vivencias.
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40 años después de nuestra recepción volvimos a encontrarnos y fue un canto a la vida, la alegría de compartir lo vivido. Es hermoso valorar las relaciones que tenemos con las personas con las que hemos compartido vivencias.
Os estaréis preguntando qué tiene que ver esta historia con Challenge Internacional. Quiero contaros mi experiencia y la conclusión a la que he llegado a través de ella.
Además de tejer me enseñó a rezar, lo que me ayudó también a tener calma en medio de las tormentas de la vida. Principalmente, me enseñó a rezar el rosario. Todos los días a las seis de la tarde en la ordenada sala de estar.
Al despertarme le doy a Dios, a Jesús y al Espíritu Santo las gracias por haberme llamado a su lado y, sobre todo, por haberme librado de haber llevado una vida insustancial.
Las relaciones sociales mejoran nuestro bienestar y nuestra salud. Favorecen una adecuada gestión del estrés promoviendo la autonomía, generando sentimientos de confianza y seguridad.
En 2021 conocí más profundamente al santo de Loyola, a través del Challenge. La figura y la fuerza transformadora de Íñigo, Ignacio, San Ignacio, aún me interpela, como también el “mundo jesuita”.
Creo que todos fueron ángeles y creo firmemente que los ángeles están en todas partes siempre cuidándonos y presentándose a través de personas conocidas o desconocidas. Dispuestos todo el tiempo a auxiliarte.
Dependemos de algo tan sencillo aparentemente para subsistir y me pregunté… En mi vida, ¿quién es mi electricidad? Y mi respuesta fue inmediata. Esa energía, esa fuerza, eso que me hace el poder hacer todo en mi vida es Dios.
Querido amigo… estoy haciendo un alto en el camino en mi retorno a casa. Acabo de vivir la experiencia más importante de mi vida y quiero compartirla con vos.
Recuerdo el año pasado en el que, por primera vez vivía un “Christmas Challenge”… y de repente: me vi envuelta de una “nueva familia” situada en muchos lugares del planeta. Con gente que de alguna manera ya eran parte de mi!
Sé que el futuro traerá sombras y dolores, como humana que soy no exenta de los sufrimientos de la especie. Cuando esos días lleguen –o regresen- leeré esta especie de oración laica y renovaré mi fortaleza, originada en la certeza de un Dios.
Siempre al abrir la puerta de su parqueo, hay un amigo que salta de alegría al solo escuchar el ruido de las llaves. Hay cosas en este mundo que no tienen lógica y que solo se pueden explicar con el corazón, como este ejemplo de amistad.
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